
La importancia de la luz en la arquitectura
Suele obviarse pero la luz es un componente indispensable de la arquitectura. En este texto se analiza su importancia y cómo algunos arquitectos la usan en beneficio de sus proyectos y de los usuarios finales.
¿Qué es la luz? La luz es el alma del diseño de la arquitectura.
La luz nos permite ver, saber dónde estamos y qué nos rodea. Más allá de exponer cosas para ver y sentir, la luz modela esos objetos para realzar lo visual y para ayudarnos a definir el mundo físico.
La luz nos ayuda a redefinir las relaciones de las personas con el medio ambiente y consigo mismas.
Aunque la luz no puede tocarse, pues carece de sustancia sí puede percibirse a partir de una interpretación cultural. La luz crea una sensación de emociones y es susceptible de diseñarse.
Le Corbusier alguna vez dijo que “Espacio, luz y orden. Esas son las cosas que los hombres necesitan tanto como necesitan pan o un lugar donde dormir”.
La luz natural hace que la arquitectura sea más armoniosa entre el exterior y el interior, la naturaleza y el ser humano.
La percepción del espacio está directamente relacionada con la forma en que la luz se integra con ella.
Lo que vemos, lo que experimentamos y cómo interpretamos los elementos se ve afectado por la forma en que la luz interactúa con nosotros y con el entorno.
Las sombras juegan un papel importante en un proyecto arquitectónico pues crean drama y enfatizan la luz y las formas móviles que dependen de una fuente de luz para su estabilidad.
A medida que el sol hace su tránsito diario de este a oeste, las sombras transmiten el sentido del tiempo. Las buenas sombras son agradables de ver, pero las malas sombras pueden destruir el ambiente.
Etienne Louis Boullée dijo que “el arte de tocar con los efectos de la luz pertenece a la arquitectura”, porque, dependiendo de cómo se use, puede transformar el espacio, creando sensaciones agradables o desagradables, sublimes o misteriosas, las sensaciones de agrandar un espacio o hacerlo más pequeño, o simplemente resaltar aspectos del espacio que nos interesan.
Y, sobre todo, hace que el espacio sea más agradable, más cómodo, más habitable y más visible.
Hay ejemplos en la arquitectura contemporánea que han usado la luz de manera magistral.
Por ejemplo, RCR Arquitectes, ganadores del Premio Pritzker en 2017, definen su arquitectura como “la búsqueda de la esencia entre el programa y el lugar”, a través del control de la luz y los materiales que muestran cada espacio el usuario tiene su propia personalidad con calma.
Otros arquitectos más bien juegan con la luz y el color de los materiales, que es solo el reflejo del espectro visible de luz sobre un material.
Los colores de los materiales también son responsables de cambiar la atmósfera. Para experimentar un ambiente hermoso, emocional y estéticamente, el color y la luz juegan un papel juntos.
Por ejemplo, en las Termas de Vals de Peter Zumthor, la luz se vuelve casi irreal al combinarla con la oscuridad de los materiales, la piedra, los reflejos en el agua y el vapor, creando una atmósfera única.
Jean Nouvel, por su parte, en el Museo del Louvre de Abu Dhabi, controla la luz de una manera más monumental y menos tecnológica, retomando una cubierta estructural inspirada en las celosías de la cultura árabe.
Tadao Ando es un maestro en el uso de la luz. Sus superficies de concreto, simples y neutras, se vuelven suaves gracias al contraste con la luz que entra para matizarlos.
Tadao usa la luz natural para resaltar y como un elemento de diseño independiente.
En la Iglesia de la Luz, la cruz de luz abre la pared hacia el infinito y, en contraste con el interior, esa fuente de luz da la impresión de un infinito más allá.
La luz, según Tadao, da a los objetos existencia y conecta el espacio y la forma, la luz da al espacio luminancia y energía. Es un elemento más vívido y elementos en la arquitectura.
La luz es un elemento esencial a tener en cuenta pues se ha demostrado que la calidad de la luz en un edificio afecta a las personas.
La luz natural puede ayudar a los pacientes de un hospital a recuperarse, y los alumnos de la escuela se desempeñan mejor.
En una oficina, por ejemplo, la satisfacción y la productividad de un empleado pueden verse influenciadas por una iluminación bien diseñada.
No es ningún secreto que las personas se sienten atraídas por instalaciones públicas bien iluminadas, complejos comerciales o parques. Una buena iluminación mejora el estado de ánimo y la deseabilidad de dichos espacios y puede contribuir en gran medida a una sensación de bienestar.
Es tal la importancia de la luz, en este caso la artificial, que el papel de un especialista en iluminación o diseñador de iluminación es crucial para el éxito de un proyecto.
El diseño de iluminación se ha convertido en una extensión creativa de la arquitectura. El objetivo principal de la iluminación es complementar las formas y colores usados en beneficio de los usuarios.
No puede dejarse de lado la cuestión del costos de la energía y la eficiencia en un mundo cada vez más necesitado de acciones sustentables.
En cada proyecto debe aspirarse a un resultado con una huella ecológica pequeña y un rendimiento sólido en términos de sostenibilidad y consumo de energía.
En conclusión, la luz es un elemento natural o artificial importante en nuestra vida.
Traer luz natural al espacio interior cambia su naturaleza cerrada y lo convierte en un espacio abierto natural y emocionante. La luz natural hace que el espacio se vea más grande y brillante, y su correcto uso condiciona el comportamiento de las personas y sus emociones.
La luz puede hacerlos más felices y aligerar nuestra carga de estrés y mejorar nuestro estado de ánimo.